Como todos los años por esas mismas fechas, Belinda de Orgaz se dirige al Pirineo, a la casa solariega que la familia posee, con el fin de celebrar su fiesta de cumpleaños. Amigos y familiares se van a reunir allí y a pasar juntos un agradable fin de semana. Uno de los invitados súbitamente se siente mal… y pocas horas más tarde es hallado muerto en su habitación.