Lorsque Yuri Santacruz a assisté à la nomination d'Adolf Hitler en tant que chancelier, il ne pouvait pas imaginer à quel point sa vie à Berlin allait changer. Il y était arrivé il y a quelques mois, après avoir fui, avec une partie de sa famille, de Saint-Pétersbourg, étouffé par une révolution qui les avait laissés sans rien. Yuri a également été privé de sa mère et de son petit frère, qui n'ont pas été autorisés à quitter le pays par les autorités russes.
Déjà à Berlin, son sens de la justice le poussera à défendre un jeune communiste attaqué par les stormtroopers d'Hitler. Ce jour-là, en plus, il rencontrera son grand amour, Claudia. Sa vie va prendre un tournant inattendu, et celui qui jusque-là était sa priorité absolue, à la recherche de sa mère et de son frère, sera remplacé par un autre plus urgent en ces temps troublés : rester en vie.
Cuando Yuri Santacruz asistió al nombramiento como canciller de Adolf Hitler, no podía imaginar lo mucho que cambiaría su vida en Berlín. Había llegado allí unos meses atrás, después de haber huido, junto con parte de su familia, de San Petersburgo, asfixiados por una revolución que los había dejado sin nada. A Yuri también lo privó de su madre y su hermano pequeño, a quienes las autoridades rusas no permitieron la salida del país.
Ya en Berlín, su sentido de la justicia lo impulsará a defender a un joven comunista agredido por las tropas de asalto de Hitler. Ese día, además, conocerá a su gran amor, Claudia. Su vida dará un giro inesperado, y la que hasta entonces había sido su máxima prioridad, buscar a su madre y a su hermano, será sustituida por otra más urgente en esos tiempos convulsos: seguir con vida.